Las campanas siempre han jugado un papel importante en la vida de la Misión, llamando a los primeros miembros a orar o trabajar, marcando la hora del día, tocando a los difuntos, celebrando con alegría la unión de matrimonios, haciendo sonar el Ángelus tradicional y señalando el final del día. Las campanas de Santa Inés han resonado en todo el valle desde el 17 de septiembre de 1804. Ese día, una cruz fue plantada y la campana fue suspendida de un roble vecino. El primer sitio de la campana fue destruido por el terremoto de 1812.
Durante 1814 a 1816, se construyó un gran muro de adobe para sostener dos campanas. Se lanzaron nuevas campanas en Lima, Perú, y la dedicación formal tuvo lugar el 4 de julio de 1817. El campanario duró hasta 1911 cuando una gran tormenta literalmente lo derritió. Cuando el padre Buckler lo reconstruyó al año siguiente, se agregó un tercer arco.
Hoy, el museo de la Misión muestra cuatro campanas. La campana de 1804 Juan Baptisia es la más antigua. La campana de Ave María Purísima (foto a la derecha) fue emitida en 1807, y la campana de Lima fue emitida en 1817. Todavía colgando en el arco superior de la pared de la campana es la campana de Lima de 1818 (foto a la izquierda), que fue refundida en 1953. La campana de St. Agnes de 1912 fue utilizada para la dedicación de la nueva torre ese mismo año. Dos nuevas campanas fueron dedicadas en 1984.